UNA LOBA ESTEPARIA
“Aunque en todas mis dolorosas transformaciones hubiera ganado algo invisible e imponderable, caro habría tenido que pagarlo, y de una a otra vez mi vida se había vuelto más dura, más difícil, más solitaria y peligrosa” ("El Lobo Estepario", Hermann Hesse)
miércoles, 31 de mayo de 2017
J'AI TUE MA MERE
El día que maté a mi madre
quiso hablarme
pero sólo susurraba
con un hilo de voz escondido
detrás de los cables, de la morfina,
detrás de la afasia, de los momentos vividos
detrás de mi padre y de su impotencia
detrás de su infancia y de sus recuerdos
Ella decía “cartaba”, “palgona”, “aminta”
pero lo que realmente quería decir era
que me portara bien
y que me portara mal
que escuchara a mi padre
y que no le hiciera caso jamás
que empezara a estudiar algo
y que luego lo dejara
que quisiera hasta morir
y que luego abandonara
El día que maté a mi madre
sus ojos trataban de explicarme
pero su boca hablaba otro idioma
con una lengua escondida
detrás de las promesas, de las excusas,
detrás del pelo caído, de las venas traslúcidas
detrás de la radiación y del vacío
detrás de su juventud y del olvido
Ella decía “barzto”, “misara”, “sofrabo”
pero lo que realmente quería decir era
que la dejase vivir
y que le quitase la vida
que no me sintiera culpable
y que nunca me lo perdonara
que la familia te quiere
y que siempre te abandonará
que el amor está cerca de ti
y que luego todo se va
El día que maté a mi madre
su mano trataba de decirme,
detrás de los cables, de la morfina,
detrás de la afasia, de los momentos vividos
detrás de mi padre y de sus deseos
detrás de su infancia y de sus recuerdos
que detrás de las promesas, de las excusas,
detrás del pelo caído, de las venas traslúcidas
detrás de la radiación y del vacío
detrás de su juventud y del olvido
está todo
y sin embargo,
no hay nada
domingo, 8 de septiembre de 2013
RUIDO y METAL

sábado, 24 de agosto de 2013
EL FUTURO, DICEN, LLEGARÁ PRONTO

viernes, 18 de mayo de 2012
NI LAS OLAS MÁS ALTAS
allí fuera el aire es cada vez más denso
más irrespirable
las plantas darían sus flores por un poco de oxígeno
y hasta las piedras, hasta ahora indiferentes,
gritan indignadas desde la superfície
allí fuera las bocas ausentes de sueños
pelean sin tregua por algo con que llenarse
y los tímpanos repletos de súplicas
navegan sordos a la deriva
ya no quedan fuerzas
ya no quedan dientes que puedan masticar la vida
allí fuera los eclipses han enmudecido el mundo
y las tormentas de miedo hacen naufragar todos los barcos
y sin embargo,
aquí permanece erguido e invencible nuestro faro
ni las olas más altas lo vencen
martes, 13 de diciembre de 2011
COMO UN TORRENTE

se veía desaparecer a través de su propio ombligo
un vacío eterno se deslizaba hacia su interior
como un torrente de vísceras
escarbando en su historia
vio aparecer toda su existencia a la velocidad de la tormenta
y en el cráneo cada pérdida le retumbaba como un trueno
como un torrente de deshechos
empujando derrotas a la deriva
se hizo un ovillo en su propio regazo
y su propio cuerpo contorsionado le sirvió para recostarse como un animal herido
como un torrente de huesos y piel y músculos
persiguiéndose a sí mismo
y fosilizado al amanecer apareció en el río
marcado por todos los surcos que le habían vencido
como un torrente de fracasos drenando sus días
como un torrente
se le fue la vida
domingo, 14 de agosto de 2011
DE PRONTO, A LA DERIVA

verte de lejos y no reconocerte
el frío abriendo paso entre los dientes
quererte cerca y no tenerte
que mi boca no te alcance
y mis ojos no te encuentren
los glaciares que nos separan de repente
hacernos río. hacernos mar. nadarte
los océanos en los que me pierdo cuando no logro encontrarte
de pronto, a la deriva. sentirme náufrago
amarte en silencio. amarte a gritos. amarte
el zumbido insoportable que emite tu ausencia
un horizonte sin ti hendido entre los huesos
sentir como se acerca despacio el invierno
y morirme de lejos, morirme de cerca
que una milésima de distancia sean doscientos puntos de sutura
el hogar que escondo en tus huecos
y los huecos que encuentro en tus muros
perderte un segundo y sentir que todo vence
que las paredes se desplomen cuando no logro entenderte
entender que vuelves y esperarte en tu vientre
devorarte el ruido. devorarte el miedo. devorarte siempre
domingo, 31 de julio de 2011
SILENCIOSA COMO LA NIEVE

silenciosa como la nieve llegaste de pronto
con el pecho entreabierto
y ruido en el alma
tus cicatrices palpitaban un sufrir callado
ocultando gritos bajo el esternón
en tus ojos, más negros que el miedo
navegaban barcos hundidos
y mis labios, deshauciados
sólo ansiaban anclarse en tu boca
silenciosa, como la nieve
atravesaste abismos en la noche más oscura
y te llevaste el frío
el ruido
el invierno
y como una tormenta muda
rompiste el estruendo
sábado, 11 de junio de 2011
SÓLO LOS MORIBUNDOS ENTIENDEN LA BELLEZA DEL AMANECER

hace tiempo que las mañanas me amanecen con sonrisas pegadas al rostro
a veces pienso que no me pertenecen
que alguien se las inventa y me las pega al despertar
me levanto sonriente sin motivo aparente
me miro al espejo y allí están
incrustadas en mi cara esas sonrisas de cartón
desde hace unos años me gustan las mañanas
porque los monstruos hace tiempo que ya no salen de debajo de la cama
y hay hilos invisibles que me levantan con alegría repentina
y felicidad prefabricada
y pienso que qué motivo tendré yo para tanta sonrisita
que no será por falta de palos o desengaños
que por qué me gustan tanto las mañanas
con toda esa maldita luz que ilumina el desastre
y es que últimamente me encantan las mañanas
porque me encuentro con gatos que también madrugan
que me sonríen entre sábanas blancas
y me recuerdan por qué es bonito despertar
que se abrazan al crepúsculo con una felicidad felina
como si hubieran perdido ya todas sus vidas
y sólo les quedara la alegría
de saberse vencedor
a ti, gato, te digo
que adoro colisionar con tu sonrisa felina al despertar
y tener accidentes en tus ojos sedados
y que me comas a besos y a buen humor
mientras el mundo despierta enfadado
porque, gato, ya hemos muerto muchas veces
y la mala hostia pa los peces
que los vivos al final no están tan vivos
y sólo los moribundos entienden la belleza del amanecer
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