“Aunque en todas mis dolorosas transformaciones hubiera ganado algo invisible e imponderable, caro habría tenido que pagarlo, y de una a otra vez mi vida se había vuelto más dura, más difícil, más solitaria y peligrosa” ("El Lobo Estepario", Hermann Hesse)
domingo, 8 de septiembre de 2013
RUIDO y METAL
Aquí nos desenvolvemos
como regalos que no sorprenden
quitando con delicadeza nuestro papel
tan mundano y conocido
tan usado
tan irremediable
como peces en el agua
como pájaros migrando a casa
como el hielo durmiendo en el mar
Lejos quedan los terrores del silencio
y la soledad enjaulada
en el bosque quedaron los gritos
la fuerza
las ganas
Pasos acelerados a ritmos jadeantes
escriben la partitura del bullicio
do re mil almas perdidas que se acompañan
vidas mecanografiadas en sonatas frenéticas
que se escurren hacia la inmundicia
Aquí resuenan orgullosas las cloacas
Aquí el ruido acompaña
ensordecedor y disonante
como una melodía muda que te envuelve las entrañas
el sonido de la muchedumbre
que te abraza en el destierro
y te quita la mordaza
Aquí el puño ya no está en la boca
ya no sangran las encías
ni las pupilas
ni la inquietud
ni el respirar en la penumbra
Aquí el puño está en los ojos cerrados
en las sombras
en los reflejos
en las camas vacías
en las ausencias
en las patas de los gatos
Aquí nos refugiamos
entre resultados de tomografías computadas
y arte urbano en decadencia
un cobijo para huir del desencanto
un secuestro, al fin y al cabo
Aquí el vacío humano empaña los cristales
de las casas, de los cuerpos, de los supermercados
y en el medio, la risa forzada
la arquitectura
la poesía
y hay algo que respira
en las calles
en las paredes
en los hipotálamos
Hay algo que rebota
contra el cemento
el alquitrán
las superfícies metálicas
y el ruido nos envuelve
nos abriga
y enmudece el horror de la incertidumbre
en mitad de la nada
sábado, 24 de agosto de 2013
EL FUTURO, DICEN, LLEGARÁ PRONTO
aunque nunca partimos del mismo universo
siempre pensé que podríamos construir un puente colgante
de esos que cruzan los ríos
y unen ciudades
siempre creí en los unicornios que te habitaban
y en las mañanas de sábanas blancas
pero el futuro, te decías
llegará pronto
y empezaste a prepararte para un invierno prematuro
yo sólo pensaba en cómo el Sol cambiaba el color
de tus ojos en verano
cogiste tu traje azul y te pusiste en marcha
oíste silbatos que te marcaban los pasos
traté de seguirte
con el alma doblada
pero sólo tú los escuchabas
formen filas! - clamaron las voces a lo lejos
y tus pies corrieron apresurados a alinearse
supongo que pensabas que mejor corrías tú antes que nadie
y entrenaste para llegar pronto a la meta
y cuando llegaste yo ya me había desplomado
saltaste vallas, paredes y muros infinitos
pero caíste al otro lado
ya ves, al final todos los barcos naufragaron
apenas reconocimos, distante y remoto
un faro silencioso
entre olas
y sollozos
abandonada y marchita, su luz
ni siquiera alcanzaba a rozarnos
y ya no te reconozco en ninguno de tus pasos
poco queda ya de las manzanas, las moras y los gatos
hasta los mapaches se han ido
muertos de miedo
el futuro, dicen, llegará pronto
y despertaremos en mundos lejanos
dejaré que la marea me lleve
donde el mar se haga alquitrán
y ya no te reflejes
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