“Aunque en todas mis dolorosas transformaciones hubiera ganado algo invisible e imponderable, caro habría tenido que pagarlo, y de una a otra vez mi vida se había vuelto más dura, más difícil, más solitaria y peligrosa” ("El Lobo Estepario", Hermann Hesse)
martes, 30 de marzo de 2010
UNA BANDERA ARDE EN EL ASFALTO
Sé que vives en las entrañas del mundo
sé qué gritas desde un lugar oscuro y lejano
Yo te llevé de la mano
y te solté
Renaces una y otra vez cuando mis ojos riegan el asfalto
brotas de la tierra húmeda que todavía hay debajo
y atraviesas las capas de alquitrán de las sucias calles
agarrándote a mis pies
que se quedan clavados como estacas
pegados al duro suelo que nos separa
Mi cuerpo es un mástil anclado en tus manos
con raíces profundas en el horror de tu adiós
ondea incesante el recuerdo de tus ojos pidiendo clemencia
mientras arde en llamas mi boca cosida con pulso de cirujano
y mi voz grabada en un disco viejo y rayado sólo repite:
mañana nos vemos
mañana nos vemos, mamá
lunes, 8 de marzo de 2010
PUEDE QUE MAÑANA
Puede que mañana
vuelvan susurrando las voces del ayer
y levante el día arrastrando viejas losas
pegadas a mis pies
Puede que se rasguen las vestiduras que arropan mi fe
y me encuentre desnuda ante un abismo que de sobras conozco
y que ya sobrevolé
Puede que mañana no se extiendan mis alas
y no me resista a caer en picado
puede que mi carne gravite en el aire
y a cámara lenta ver todo el pasado
Pesados los días, pesada la memoria
el peso del recuerdo no flota ni nutre
pesada la muerte, pesada la espera
no llores no rías
ni pienses ni dudes
Puede que mañana
me levante sin ganas
y me arroje al vacío
de este abismo sin alas
Puede que mañana
me desplome en mi cama
y el cráneo me estalle
en fragmentos de nada
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