“Aunque en todas mis dolorosas transformaciones hubiera ganado algo invisible e imponderable, caro habría tenido que pagarlo, y de una a otra vez mi vida se había vuelto más dura, más difícil, más solitaria y peligrosa” ("El Lobo Estepario", Hermann Hesse)
domingo, 31 de julio de 2011
SILENCIOSA COMO LA NIEVE
silenciosa como la nieve llegaste de pronto
con el pecho entreabierto
y ruido en el alma
tus cicatrices palpitaban un sufrir callado
ocultando gritos bajo el esternón
en tus ojos, más negros que el miedo
navegaban barcos hundidos
y mis labios, deshauciados
sólo ansiaban anclarse en tu boca
silenciosa, como la nieve
atravesaste abismos en la noche más oscura
y te llevaste el frío
el ruido
el invierno
y como una tormenta muda
rompiste el estruendo
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