
silenciosa como la nieve llegaste de pronto
con el pecho entreabierto
y ruido en el alma
tus cicatrices palpitaban un sufrir callado
ocultando gritos bajo el esternón
en tus ojos, más negros que el miedo
navegaban barcos hundidos
y mis labios, deshauciados
sólo ansiaban anclarse en tu boca
silenciosa, como la nieve
atravesaste abismos en la noche más oscura
y te llevaste el frío
el ruido
el invierno
y como una tormenta muda
rompiste el estruendo