martes, 9 de noviembre de 2010

CÓMO DECIRTE


cómo decirte
que las rosas ya no huelen a rosas
que les quité las espinas pero siguen doliendo
siguen clavándose los tallos, los pétalos, los estigmas
que las rosas ya no son rosas, son armas de fuego

cómo decirte
que soy una antorcha para tus días grises
que esa pequeña luz que te ilumina las noches
soy yo prendiéndome fuego
soy yo alumbrando el camino
y aplanando el terreno

cómo decirte
que aún a lo lejos me tienes al lado
que puedes doblarme en tu arco para luchar con gigantes
forjarme en tu espada y llevarme a la guerra
que esta guerra es tuya y mía
que la victoria será nuestra

cómo decirte
que andaremos descalzas por campos de minas
que cuando exploten seguiremos luchando
que te daré mis ojos, mis piernas, mis manos
que cuando no puedas te llevaré en brazos

domingo, 7 de noviembre de 2010

LAS AGUAS DE LA IRA



las descargas se multiplican
perdidas en la eugenésica hostilidad que nos consume
atrapados en una telaraña de odio heredado
relámpagos de un legado involuntario tatuado en nuestra piel


si pudiéramos desenfundar nuestras espadas ante el grito que nos devora
si el declive no fuera inevitable
si cada gota no se sumara a otra
si uno y uno fueran zero
si tú más yo fuera otra cosa


cuento truenos y cada vez están más cerca
cuento uno, dos, tres, cuatro, miles
pero siempre se repite, siempre vuelve, siempre insiste

el estruendo nos engulle en un mar de desamparo
nos sorprende el ocaso con un ruido insoportable
el zumbido de la barahunda de nuestras almas perdidas buscando respuestas
la cólera hirviente condensada en algodones de furia
que explotan en nada
y nos piden las cuentas


las aguas de la ira no se evaporan, provocan tormentas